“…Escribo porque sé y porque me gusta. Me inspiro en la música y los versos. Más allá de todo eso, no puedo evitar de estar vivo y abierto, por dentro y por fuera, a la vida y a la muerte; a los demás, especialmente a los humildes…”
Alfredo Zitarrosa era un poeta Uruguayo que un día se puso a cantar. Lo escuché por primera vez en Chile y nunca pude olvidar su voz. Pasaron los años, y de vez en cuando, me sorprendia yo mismo al murmurar este refrán:
…mire, doña Soledad,
póngase un poco a pensar,
qué es lo que quieren decir
con eso de la libertad
Hace mas de … serían ya 35 años? Entre varias mudanzas, pensaba que el disco robado de Frantz , llevado desde Santiago, se había perdido. Pero no. Se escondía no más. Lo escuché de nuevo. Y de repente, esta voz brusca, ronca y profunda, borró al tiempo. Cantaba para mi, Alfredo. Cantaba para mi. El loco Antonio, Pa’l que se va, Zamba para vos, por supuesto Doña Soledad, y mi favorita que hablaba del olvido de un amor, después del fin de este amor. Como en la canción de Léo Ferré: Avec le temps…
Qué pena,
que no me duela
tu nombre ahora.
Qué pena,
que no me duela
el dolor.
Dónde andarás
a quién odiarás,
de amor te morías
por no poder amar.
Quién te querrá
pregunto quién serás
la que yo conocía,
no ha existido jamás.
Qué pena,
que no me duela
tu nombre ahora.
Qué pena,
que no me duela
el dolor.
Qué pensarás
a quién le dirás
que conmigo podías
perdonarte y llorar.
Cuándo vendrás
a buscar lo demás,
el que ayer te quería
hoy te puede olvidar.
Este homenaje lírico de Juan Oriental está dedicado a Alfredo Zitarrosa.
Si hasta parece mentira…!
Un diecisiete de enero,
-para que rime, seguro,
con su nombre- murió Alfredo.
El cantor de nuestras cosas.
El que dejó en su apellido,
enigma de haber tenido,
‘cita’, con alguna ‘rosa’.
Y se fue! Se fue, nomás…!
Y yo, me pregunto: ¿dónde?!
¿Qué cosa, tendrá la muerte,
para haberlo conquistado…?
Pero, aunque en el cielo esté,
¿cuánto le doldrá ese exilio…?
Si no hubo nada en la tierra,
más grande que su “paisito”.
Yo, con su dogma le digo:
“No te olvidés del pago”
si vas pa’ la eternidad.
Por más lejos que te vallas,
cantá pa’ rememorar.
Se que echaste en la maleta,
tu talento singular.
Será largo tu camino,
porque vas “cargao de más”.
Se olvidarán muchas cosas,
que no valen recordar.
Pero de vos, ¡no hay olvido!
¡Sos memoria popular!
Muy buen artículo. Agradezco la inclusión (en parte) de mi humilde homenaje a Alfredo Zitarrosa y aprovecho para alentar la constructiva dedicación del titular de esta página. Saludos y hasta siempre.